Aplausos y oraciones

Sigo saliendo al balcón, cada tarde. No sé si somos más o menos, pero sigo viendo mucha gente cumplir este ritual, que ya forma parte de nuestra vida de confinamiento. Salimos a aplaudir porque agradecemos lo que están haciendo por nosotros todos los que nos cuidan: los profesionales sanitarios, quienes velan por nuestra seguridad, quienes nos traen la comida, quienes limpian nuestras basuras, quienes nos garantizan la energía o las comunicaciones que usamos, y tantas y tantos que nos permiten mantenernos en medio de este recorte de nuestra actividad exterior. Salimos a aplaudir como un gesto de agradecimiento. No sé cuántos de esos profesionales a los que antes mencionaba son vecinos mios, viven en el radio en el que se escuchan mis aplausos. Me da igual si lo oyen directamente o través de los medios o de ninguna forma. Salimos a aplaudir aunque materialmente lo que hacemos no llegue a quien queremos que llegue, aunque el destinatario no sea consciente de que lo hacemos por el o por